martes, 27 de marzo de 2012

La primavera

Las relaciones humanas, sobre todo las amorosas, se dan bajo circunstancias únicas e irrepetibles, no se trata de una ecuación simple, hablamos de física, química, psicología, fuerzas que no tienen nombre y sobre todo de aquello a lo que denominamos amor.
En la época donde las comunicaciones están a la orden del día, donde las distancias se acortan en un "click", el tener una relación se ha tornado un tema trivial, hoy conoces, mañana amas y en dos días conoces a alguien más, esta simplificación provoca que existan escépticos sobre establecerse con una pareja, sobre abrirle la puerta al anhelado amor. Hace tiempo escuche en una serie televisiva que "una mujer completa no necesita media naranja", esto, para cierta parte de la población, independientemente del género, se ha convertido en una ideología de vida, colocando en sí, una serie de mecanismos donde las relaciones de una noche son la forma más simple de satisfacer necesidades básicas y "no engancharse" para no arriesgar ese órgano vital llamado corazón.
La devaluación de los sentimientos provoca, como reacción en cadena, los amores al vapor, los dramas y momentos álgidos que con una botella y una noche de sexo desenfrenado mandan al olvido cualquier poema ó en caso contrario, nos sentamos frente a un ordenador y tenemos mil parejas, todas a más de 3 horas de distancia, palabras románticas repetidas de forma monótona que cautivan, de forma temporal a quienes nos leen del otro lado, pero que nos mantiene protegidos bajo el régimen de la distancia.
Muy a pesar de lo anterior, el amor resulta traicionero, tiene mañas y cómo dice el dicho: más sabe el diablo por viejo que por diablo... Cúpido que es capaz de tomar formas únicas y valerse de estrategias aprendidas con el mismo Maquiavelo nos juega sucio y presenta ante nosotros a una persona que, de a poco, se apodera de nuestro tiempo, de nuestra mente y de nuestro corazón, ¿qué hacemos entonces?
¿te has  descubierto pensando en aquel personaje que hace unas semanas parecía lejano? ¿te has sorprendido haciendo cosas que jamás imaginaste? Sólo puedo decirte una cosa, bienvenido al mundo de los enamorados!
Ahora que reconoces el terreno, como en cualquier momento de nuestra vida, contamos con opciones: Corre! por que tu vida depende de la velocidad en la que te dirijas al lado contrario, porque pueden romperte el corazón en mil pedazos, lo que provocará desvelos, náuseas, lloriqueos en horario de oficina y dramas con los amigos ó déjate llevar, permite, cual ola de mar, balancearte de un lado a otro cobijarte con la espuma, que la arena cubra tu cuerpo y que el sol dibuje el horizonte, dibujar en tu cara aquella sonrisa, estúpida, que vuelve las canciones románticas en un himno, que tocar su mano te lleva al cielo, que te hace ver flores en el asfalto y sentir mariposas en la tripa... Tú decides
Tengamos 10 o 100 años no podemos vivir tras una trinchera, porque recuerda que Cúpido tiene alas y puede sobre pasar aquellas barreras que la mente y la experiencia impone, mejor prepárate para las mariposas, para las canciones románticas, los peluches, los gestos simples pero que hacen tu día, prepárate, que ha llegado la primavera y con ella, la esperanza intrínseca de encontrar el amor, sólo es cuestión de dejarse llevar.

lunes, 5 de marzo de 2012

Un lunes

La semana inicia, con ello los pendientes y las nuevas tareas, hoy parecía uno de esos días en los que se conjuntarían ambas cosas, elevando mis niveles de estrés, para terminar exhausta pero con ganas de continuar el resto de la semana, no fue para menos, entre las múltiples tareas, los gritos, sombrerazos y malos entendidos, casi sufro un paro cardíaco (no niego mi vena dramática).
Uno por uno los pendientes se resolvieron y el día parecía transcurrir sin mayor problema, pero dentro de todo eso, sentía que algo me faltaba y a muy temprana hora lo supe, eras tú, con tus palabras, tus bromas y risas. Me faltaste en lo cotidiano, con los buenos días, el buen provecho y los ánimos para no dejarme caer...
Por un instante me atrapó la histeria cruzaron por mi mente las ideas más tontas, pero aún así mi preocupación y mi vacío no se llenaba.
Me faltaste, desde el amanecer hasta el ocaso, desde los momentos tristes hasta las carcajadas, hoy me hiciste falta, sólo espero que vuelva a ser así, por mi mente, por mi corazón y por mi espíritu, porque lo alimentas cada día y hoy padecen hambre.
No he saboreado mejor un café acompañada de tus palabras, la música no suena igual sin tu voz, los momentos parecen grises sin el color de tu presencia, y la vida, aquella acumulación de segundos que hacen los días, no es lo mismo sin tu compañía.
Viví un día sin ti y no me gustó, me descubrí preocupada, arrepentida, con la mente en otro lado, descubrí lo importante que eres en lo cotidiano, porque resumiendo en dos palabras "te extrañé"...